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Las Lágrimas de la jirafa. Alexander McCall Smith.


Lectura fácil, fresca, juvenil, con sus toques de humor. Mma Ramotswe es la única mujer detective de Botswana. Tiene que enfrentarse a la resolución de una muerte ocurrida hace diez años en una granja cerca del Kalahari con su sola intuición, lejos de lo acostumbrado a ver en las series CSI. También va a casarse y su futuro esposo adopta días previos dos niños del orfelinato u orfanato.

Su lectura ofrece, al tiempo que se siguen sus pesquisas, el contraste entre los modelos sociales y familiares africanos con los que el lector accidental entiende como modelos normales.

EL IMÁN Y LA BRÚJULA. Juan Ramón Biedma.

Como soy de Ciencias (sección de Químicas) lo único aprovechable que vi fue el título del libro. Pues he llegado a la conclusión de que no me gusta la novela negra (en realidad ya lo sabía de antes), por ello no aprecié las maravillas que observan los lectores en el libro, el cual forma parte de una trilogía.
La búsqueda de dos películas que en realidad son tres, que realizaron 7 niños pijos, transgresores, llamados los saturnianos, a los que no les tiembla el pulso para matar y filmar en una de las películas a una persona como si fuera un divertido juego, aunque ellos se justifican diciendo que la acción se le fue de las manos. El libro trata de aquí y de allí, de lo de más allá y lo de más acá pero no le pude captar las excelentes maravillas que posiblemente atesore, y qué, cuentan los lectores, quizás por mi ignorancia. Por no enterarme no me enteré de uno de los personajes: Jacinto Ortega. Lo que me sorprendió fue que el libro ha sido editado en Alemania y es lectura obligada en la Universidad de México. Lo que si fueron interesantes, las frases desordenadas que he colocado en el blog, por último decir que tengo muy claro que los otros dos libros de la trilogía me pueden esperar por mucho tiempo.

Los huesos de Louella Brown y otros relatos. Ann Petry.


La vida de los negros vista por una escritora negra no deja de ser del mismo color. Los relatos de Ann Petry muestran las vicisitudes de unos protagonistas que comparten la compleja existencia afroamericana de los Estados Unidos del siglo pasado; unas experiencias que todavía resuenan en la actualidad. Se vale de una actitud blanca que pudiera parecer inofensiva para ir desarrollando un cuento en el que los negros acaban por llevar la peor parte. En Los huesos de Louella Brown, a la hora de volver a enterrar dos cadáveres por traslado del cementerio, la funeraria se verá incapaz de acertar cuál de ellos pertenece a una mujer blanca y cual al de la negra. En El Testigo el negro acaba siendo obligado a participar en una violación quedando así doblemente condenado si se atreviera a denunciar el acto.

El asesino de Green River. Jeff Jensen. Jonathan Case.


A esta historia no le cogí el tranquillo. Quizás esperara más de ella al leer que su temática iba a estar en torno a uno de los asesinos en serie más famosos de Estados Unidos. Pero me pareció falta de intriga y aunque se basa más en el perfil de uno de los investigadores, al ser hijo natural de uno de ellos, no logré entender muy bien su relación con el asesino hasta dar con casi una cincuentena de los cadáveres enterrados por éste.

El viaje sedentario. Gonzalo Celorio.


Tan solo por el viaje de ida, el viaje que hace Celorio desde la mesa de su escritorio, por su casa, el mercado, su barrio, su México, poder disfrutar de su tránsito literario ha valido la pena. Los espacios, sus volúmenes y quienes lo habitan son delineados con sabia arquitectura de la palabra, a camino entre lo real y lo fantástico. El viaje de vuelta es un añadido, un aumentar el peso del libro, anexo de artículos por él escritos sobre la arquitectura mexicana que si bien no pierden calidad no están realizados desde la exuberancia literaria esgrimida en el viaje de ida. 

La primavera de los árabes. Jean-Pierre Filiu / Cyrille Pomès


La idea no es mala y mucho menos los dibujos pero las historias carecen de historia lo que no quiere decir que no sean históricas. Me parece un gran recurso didáctico para acercarse a entender la explosión de revueltas pacíficas unas, y otras no tanto, que tuvieron lugar a inicios de la segunda década de este siglo en el mundo árabe. Cada uno de los capítulos relata el germen que inició el despertar del mundo árabe, con éxito en ocasiones y otras con resultado más represivo si cabe. Desde Túnez a Egipto, de Marruecos a Baréin pasando por Siria, La primavera de los árabes proporciona al lector una herramienta inicial para adentrarse en la comprensión de una forma de vivir la vida en medio de un triángulo formado por la religión, la ocupación europea y los liderazgos locales.

HISTORIA DE UN CANALLA Julia Navarro.

 Es una obra de Julia Navarro autora española con mayor reconocimiento internacional. El canalla es Thomas Spencer un individuo de baja calaña al que lo mínimo que se le puede llamar es canalla y de ahí para arriba todo lo que se quiera y se pueda imaginar. Para mí es un grandísimo h.de p, sin que por ello su madre tenga que serlo, carece de escrúpulos además de ser un sádico y un violador.
La historia comienza cuando se encuentra próximo a la muerte, queriendo hacer balance de lo que ha hecho a lo largo de su asquerosa vida. El libro consta de cuatro bloques sobre: la infancia, la juventud, la madurez y el declive.
Desde temprana edad, cuando tenía 7 u 8 años el angelito quiso matar a su hermano aparte de constantes ruindades que ponía en práctica día tras día.
La autora intercala  otro tipo de letra para narrar lo que podría haber pasado si hubiera actuado de otra forma, lo cual conduce a que el libro se transforma en un voluminoso tocho. Algo que al principio mes pareció una originalidad, pensándolo con más detenimiento, lo único que hace es aumentar innecesariamente el número de páginas. Los lectores suprimen esta parte  del libro pues lo consideran de relleno, es como si estuviera intercalado un libro dentro de otro libro. Mi mezquindad no me permite suprimir nada de lo escrito.
Hay un episodio conmovedor: la muerte de su madre, la cual le confiesa en su lecho de muerte que es fruto de una violación lo que le sienta muy mal al señorito Spencer. La historia se reparte entre Londres y Nueva York descubriendo los oscuros mecanismos que emplean los centros de dirección donde lo único que tiene importancia es el poder y el dinero. También es digno de mención la elección del alcalde del Condado, donde no se duda ni por un momento de quitar del camino a quien molesta sin importar las consecuencias; o, el accidente cardiovascular de John (su padrastro) lo que justifica a la autora para extenderse sobre el episodio cardíaco  y los medicamentos que se utilizan como anticoagulantes.
Al final el protagonista no cuida la alimentación y acaba mal, diría que sin pena ni gloria, lo cual te produce un muy mal sabor de boca. No obstante el libro engancha aunque no es una gran cosa, pues uno es flojo con la lectura .Me hubiera gustado que hubiese tenido un final menos ambiguo, porque después de tantas páginas termina uno flotando.

Pyongyang. Guy Delisle


Lleva por título el de la capital de Corea del Norte y versa en torno a las incongruencias de una dictadura como la que allí se ha desarrollado. Al ser un cómic sus viñetas facilitan hacerse una idea de cómo vive un norcoreano y cómo lo hace un trabajador occidental que allí acuda, mayoritariamente por pertenecer a ONGs.
En un estado donde la verdad es todo menos inmutable, al extranjero se le impone un guía oficial. Con él no puede hablar de los campos de reeducación pues allí no solo ingresa el cerebro mal pensante sino el de toda la familia. Ha de seguido seis días a la semana ya que el séptimo debe entrenarse para los grandes acontecimientos. Nada puede hacer ese día el extranjero que no sea triangular los tres hoteles donde se hospedan las delegaciones pues la ciudad queda vacía. Tan vacía como lo está de personas con alguna discapacidad pues Corea del Norte carece de ellos s sabiendas que en cualquier otra parte del mundo pueden llegar a ser un 7 a 10% de la población.

Se aprenden muchas más cosas al leer este cómic. Pero para ello hay que leerlo.